idolos

El primer ídolo que recuerdo de mi universo deportivo fue el negro Varela. Era el capitán de Uruguay en su victoria de la copa del mundo ante Brasil en el propio Maracaná. Una tragedia nacional como podrán imaginarse. El negro Varela salió aquella noche por la puerta de atrás del hotel y se pasó hasta el amanecer emborrachándose de caña y pidiendo disculpas a los aficionados cariocas por lo que les habían hecho. Varela cobraba el doble que sus compañeros y luego lo repartía. Y eso que no hacía tanto que sacudir a un negro no estaba considerado como falta. Literal.
Tengo noticias directas de que Diestéfano mandaba tanto fuera como dentro y que no era raro verle en el vestuario haciendo colectas para ayudar a algún trabajador del Bernabeú en una desgracia o para avalar una compra imposible para ellos. Tu tanto, tu tanto, decía , según me contó mi padre.
Luego yo ya he visto a Cruif , que fumaba en el vestuario y sacaba hasta los fueras de banda , a Pelé no más que un niño llevado en hombros por sus compañeros, a Maradona subiendo al Napoles hasta el capeonato vieniendo de segunda ( hay que haber estado en Napoles alguna vez para saber que es eso ) y así hasta llegar al Ronaldo gordo que tuvo que llamar a su padre para que durmiera con él ( ortra vez literal ) la noche antes de la final del mundial de Francia. Lo de este Ronaldo , guapo y rico , es mejor no menearlo.
Dicen que los ídolos nos hablan de sus épocas, como las amistades hablan de los hombres. Dios nos ampare. Decía Ratehau en su día:
» Si es dura la época en que vivimos tanto ´más debemos amarla , empaparla de nuestro amor , hasta desplazar la pesadas masas de matería que empañan la luz que brilla del otro lado».
Tengo yo para mí que esta época ni con eso.

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