Alguién ha corrido el rumor de que a un amigo mío le van a nombrar ministro. Puede que sea un valor fundado pero como a mi no me ha dicho nada yo , afianzado, me dedico a desmentirlo. De cualquier forma la cosa ha llegado con fuerza hasta el corazón mismo del barrio ( cualquier agrupación humana tiende al barrio ) y un par de íntimos , unos tipos geniales de los que uno se fiaría en el mismísimo infierno, me han planteado abiertament sus pretensiones que no eran otras que las de acompañarme a Madrid en la segura hipóteis de que yo iba de segundo de mi amigo. Tras tres chupitos y cuando llevábamos ya colocados a unos 30 o 40 de nuestro entorno el mas sensato me dijo:
— Yo de chofer. Ya sabes que estoy boquerón del todo.
El otro, muy entero agregó:
— Soy un hombre macroeconómico. Tengo las cifras en la cabeza, cuestión de desarrollo, aseguró.
De inmediato, ante las consecuencias del impacto, se fue hacia la barra y vino con una servilleta que me entregó con el debido cumplimiento:
— Concejalia de Relaciones Sociales ( Puticlubs ) .
Aquello superó todo . Superó los argumentos posteriores, las lágrimas que se nos caían por los carrillos, la economía, todo.El primero intentó descativar la bomba.
—Bueno , ya hablaremos otro día. Ahora dame las llaves del coche y para casa.
— ¿ A casa ?, preguntó el concejal . ! Pero si estuve ayer! , reclamó indignado.
Fue una de las mejores escenas de mi vida. Algo íntimo, cervantino. Les propongo celebrar juntos el capítulo XXIV del Quijote. ! Los personajes ! , uno de los regalos secretos de la vida.