palabras

Velo el sueño de mi madre en la casa del sol que pende sobre el río. Oigo su fatiga desde la habitación contigua y sus esfuerzos por respirar me llevan por los tiempos de su juventud y sus anhelos. Todo baldío. Polvo sin rumbo. Ayer tuvo una celebración delicada y echó el resto para mantener el tipo. Llueve sobre mojado. El tipo es lo primero que hay que perder cuando se quiere vivir de nuevo. Es agotador tener que seguir siendo uno mismo todo el rato. Me levanto para buscar un libro en las estanterias de mi hermano. Cien años de soledad. Ni mas ni menos. Capítulo primero, una joya mejorada por los años.
Hay en el arranque de este hermoso legado una aire de asombro que  invade todo. Una capacidad intacta para mirar para ver el mundo que va más lejos de la retención y del detalle. Se trata de una pasión por ver, por lograr ver como ven los niños y los sabios, con la distancia justa que necesita el mundo para se mirado y para ser contado, que es la tarea de algunos seres indefensos.
» El mundo era tan reciente – dice Márquez – que muchas cosas carecían de nombre y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo «.
El escritor busca las horas del día que están entre dos mundos para llegarse a las palabras que le han sido dadas, quitarles el polvo de los tiempos, y decirlas como el que dice verde andando por el campo. Nadie puede decir determinadas palabras si no le vienen directamente del corazón sin filtro alguno. Cuando uno dice desde ahí comienza el espectáculo. Hasta entonces , fuegos de artificio.
» Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el Coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo «, así comienza esa novela mágica, capaz de llevarte por el tiempo mientras tu madre lucha con su músculo gastado.
Memoria y deseo. En medio, las palabras.

4 comentarios

  1. De nuevo le escribo porque buscando en mis archivos encontré algo que escribió alguien que usted, yo y muchos otros echamos de menos:
    "Manteniendo esa dignidad el mundo te seguirá acurrucando como en las noches de nuestra infancia cuando te sentías mecido por el amor del universo.".
    En mi opinión expresa de una forma muy sencilla el calor de los brazos de una madre, el AMOR GRATUITO, en ese mundo reciente, donde todo está por aprender.
    Un abrazo mi querido editor.

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