lectura y tiempo

El otro día estuvieron por casa unos periodistas que querían un reportaje sobre los libros en papel de Cuenca. Fueron muy amables y sacaron una cosa delicada y bien hecha. Al final me preguntaron sobre que me parecía a mí las nuevas formas de leer en los autobuses y eso y les conteste lo que se me ocurrió y como no les quedaba sitio o no les gustó pues no lo publicaron, así que lo cuento aquí que a lo mejor es el sitio.

George Stainer tiene un trabajo titulado » Pasión Intacta» en el que reflexiona sobre un cuadro que se conoce como » Le Philosophe lisant» en el que se se ve a un lector vestido muy formalmente entregado a su quehacer:

El lector no se encuentra con el libro vestido de una manera informal o desaliñada. Está vestido para a ocasión , reflexiona el crítico. La lectura aquí no es acto gratuito o casual. Se trata de un encuentro cortés, casi cortesano, entre una persona privada y un invitado importante.

El vestido del lector de nuestros días es el tiempo. El tiempo hoy no tiene buena prensa. Quién lo posee , es un don nadie. Poca cosa. Quién no , el poderoso , vive a veces intentando cazarlo. Comprarlo, si es preciso. Pero el tiempo es siempre demasiado caro.

El lector está en el secreto. Guarda su tiempo para leer. Nadie sabe muy bien de donde saca el tiempo. Lo encuentra. Sabe que tiene un tesoro y no es muy proclive a anunciarlo. Vive
en un lugar privilegiado guardado por los muros de su propia biblioteca.

Los de los autobuses no se muy bien que hacen.

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