El derecho de expresión se encuentra regulado y especialmente protegido en la Constitución de 1978. Voy a dejarme de pormenores aunque , la verdad , me encantan. Tiene , sin embargo , una deriva muy pobre que ha tendido hacia la protección equívoca de expresiones vergonzantes en programas infórmativos de los que no terminaremos nunca de abochornarnos. Tiene , además , un segundo asunto escondido que no es el de expresar lo que se quiera, sino el de poder formar el contenido de lo que se quiere expresar ( hacerse una idea , literalmente ) y la obligación de los elegidos ( universitarios, basicamente ) de lograr expresar cualquier idea ante los otros, sobre todo si resulta solicitada por los más desfavorecidos intelectualmente. Nada más pensoso que asistir en un transporte público a la inútil pelea de un joven intentando explicar a otro una peli. Algo que no hace tanto tiempo era prácticamente deporte nacional.
Ahora, en cualquier tiempo y lugar, asistimos a la barbarie de un hombre explicando a el porque de nuestra defícil situación social en clave de culpabilizar al otro. El jefe, los compañeros , el sindicato o el Presidente o ex- presidente del Gobierno tienen la culpa de lo que nos está pasando: ellos tienen la culpa de lo que no e pasa a nosotros. Un clásico. Otras veces en la fruteria o en los grandes almacenes, en las familias o en los bares, hay que asistir firmes a las disertaciones económicas : prima de riesgo, mercados , ibex 35 , etc. No gana uno para verlo todo.
Verán , en el jercicio de mi libertad expresión , y conscinetemente en representación de la de otros, formulo la siguiente hipótesis :
Aquí no hay ninguna crisis y mucho menos económica. Se trata de un ataque frontal contra la democracia y su más feliz expresión, la del estado social, palnificada minuciosamente por el mundo del dinero que no es otro que la suma de las fortunas de no mas de 400 o 500 personas en el mundo con nombres , apellidos , DNI y direcciones que los economistas verdaderos, no los lacayos de ellos , tienen obligaciós de desenmascarar, para poner rostro a lo que nos está ahogando. No hay otra salida que las confrontación y la calle. No convienen olvidar que este es un pueblo que siempre ha sabido elegir el día que hay que tirarse a la calle. Desde mi humilde punto de vista, tomemos la palabra, tomemos las ciudades, sus parques y jardines, sus bibliotecas y museos, retomemos la paz de nosotros mismos y no regalemos el perdón ni la cercanía a los zafios hasta que hallan devuelto hasta el último duro. Y que aprendan formas, desde luego.
Estoy bastante de acuerdoo con su hipótesis, pero 400 ó 500 responsablesme me parecen muchos.
También creo que el pueblo español siempre ha sabido elegir el día que hay que tirarse a la calle, aunque seguro que usted y yo no íbamos a coincidir en los ejemplos de fechas históricas que más nos emocionan en este sentido.