Están tambien los escritores de caja de ahorros dedicados a la cosa local, con alguna rabieta provinciana porque la fama no les trata como se merecen, dicen. Ni fu, ni fa. Dan un poco igual y salvo cuando se ponen estupendos, no molestan y suelen saber lo que se dicen. De lo suyo, claro.
Por último están los escritores secretos. Toda ciudad tiene sus escritores secretos y en buena medida esta pequeña editorial se dedica a ellos. Una buena parte no soporta bien la idea de publicar, porque no están acostumbrados a las opiniones ajenas, ni al público, ni a la prensa a la que suelen despreciar con una profundidad muy elegante. Es dificil sacarles algo , pero uno lo intenta porque suelen tener cosas interesantes y atormentadas, como sus propias vidas. Por último estan los escritores secretos a quién se les aparece el destino, y lo aceptan de verdad sin remilgos, pasan por lo que haya que pasar y defienden su novela con la dignidad del autor, que suele ser decidida y firme. A mí son los que más me gustan y siempre digo que merece la pena conocerlos y leerlos, por eso los publico.
El viernes presentamos al mejor ejemplar que yo he conocido hasta el momento. Un asentado odóntologo de la plaza, antigua promesa del fútbol, magnífico narrador que larga una novela sobre las dos españas bien trabada en un juego de personajes que a más de uno habría que obligarle a leer para que dejen de joder con la pelota. La vasca y la republicana. Yo sé que ustedes me entienden.
Tienen la novela en la página de novedades. Merece la pena se lo aseguro.