Todo un mundo el de los lectores. Mi secreto más reciente como lector es el seguimiento de una joven autora galesa a quién encontré por casualidad y de la que no me separo. Sarah Waters (1966 ) publicada en España por Anagrama. Un escritora menor , sin aspavientos, que se encuentra a gusto en los mares inmensos de la época victoriana y el Londres de la segunda guerra. Serena, profesional y dominadora va pasando revista al mundo de los menos favorecidos de la mano de las relaciones lésbicas que también domina en sus profundidades. Es decir, un panorama para aburrir a cualquiera por trillado y fallido tantas veces que sin embargo a mi me tiene enganchado como si de una novia se tratase. Es buena tirando a muy buena esta antigua librera.
A la primera paradoja se acaba de sumar otra no menos sorprente. Al sacar de la biblioteca pública una novela suya que yo no tenía he visto que el libro estaba muy usado. Marcado en su páginas por lectores diferentes. Subrrayado. El libro había pasado por varias manos. Es decir que lo que yo creía privativo, selecto, único, de buen gusto, era público.
¿ Como es posible ? no preguntamos en estas ocasiones.
A mí lo que de verdad me duele no es sentirme descubierto sino no poder contactar con esos otros que participan de uno de mis lugares secretos. No poder saber donde viven, que hacen , cuanto nos parecemos o nos diferenciamos. ¿ Como es posible que el destino no habilite un pasadizo por el que hacer llegar hasta ellos si quiera nuestra propia sorpresa ante el descubrimiento ?
Destapadas las cartas solo me queda recomendarles que lean a Waters. Es posible que encuentren a alguién que en la medida que gobierna su capacidad para contar no hace a nosotros mejores oyentes.
Lo de siempre, vamos.
Yo estoy leyendo "El jardín olvidado", de Kate Morton, que está ambientado en el Londres de 1900.
La puntuación de Ronda Nocturna, de Sarah Waters, es igual a diez.
Chachi. Además del encariñamiento con los personajes, a mí lo que más me ha gustado han sido los detalles y como a medida que avanzamos pasando páginas hay una regresión el el tiempo. Verdaderamente es genial.