Miguel ya está en casa. Tras las once horas de operación y unos análisis estupendos que permiten no pensar en la quimioterapia ha vuelto a la normalidad. Es decir que sumando los días de diagnóstico, la intervención y el postoperatorio, han tardado menos de un mes en ponerlo de nuevo en la circulación, engancharlo a la vida que tanto le gusta. Dicho de otra forma que uno se siente orgullo del sistema sanitario, de su eficacia, generosidad, profesionalidad y jovialidad en el abordamiento de estos asuntos tan delicados que lindan con la muerte. Da gusto ser español desde hace tiempo.
Ayer , un poco para celebrarlo, me fuí a tomar un martini a un sitio muy bonito, coqueto, elegante, vistoso que hay por mi barrio. Estaba allí una pandilla habitual de policias, constructores y eso. En los cinco minutos que aguanté ( me fui sin pagar y sin probar el brebaje ) dijeron que Narcis Serra era maricón, que a los violadores había que cortales los huevos y colgarlos en una esquina de la plaza mayor, que todos se lo estabn llevando todo y que no había verguenza.
Que asco. Que se los lleven. Que se muera de una vez esta generación maldita, incapaz de disfrutar y de valorar el mundo que nos ha caido en suerte y sus problemas, claro. Que prohiban por decreto ley a esta gente descomunal y terrible, soez y pendenciera como la muerte misma.
! Que viva la vida, coño !