En una tertulia improvisada, familiar, de muchas edades, veraniega y con un bebe presente, alguién deja caer el tema de la felicidad y prepara un alboroto. Entran todos, joviales y sinceros, y uno comprueba emocionado, que estos asuntos no tiene vinculación alguna con la prima de riesgo.
Mi aportación tiene que ver con la brisa mínima anterior al alba, con la salida de los pequeños pesqueros con el sol por Garrucha, con el verde Guardia Civil del Júcar a su paso por Cuenca….
Me ocurre siempre. No es hasta el día siguiente, hasta las primeras horas del siguiente, cuando encuentro lo que quería decir, la precisión de lo no dicho. Verán , es solo un segundo:
Hay un pianista brasileño , Nelson Freire , a quién sigo en la medida de mis pequeñas posibilidades. Un señor mayor, alejado de todo virtuosismo, importante, que hace lo conciertos con tanta profesionalidad como emoción contenida. Yo voy basicamente por oirle los bis, las propinas antes del descando. Schuman, Lizt, Beethoven. Será unos de los intérpretes que conozco a los que se tarda más tiempo en empezar a aplaudir. Son maravillosos esos momentos en los que el tiempo queda suspendido, quieto. A veces he pensado que la música era eso , lo que queda cuando se hace el silencio.
Pues no pude precisarlo ayer pero lo hago hoy. La felicidad tiene que ver con esa nostalgia profundísima que nos trae el silencio despues del último sonido.
Freire suele agachar la cabeza y quedarse transfigurado. La felicidad pasa por él como un calambre y luego se desintegra por el patio de butacas.
!Joder como te echo de menos!.
Pues al igual que usted, don Julio, en ese momento tampoco fuí capaz de encontrar las palabras adecuadas, que en este caso no son de cosecha propia, pero que las hice mías tras leerlas en un ensayo sobre el dandismo. Decía algo así como que no dudaba que la alegría fuera de la mano de la felicidad, pero que sin embargo, era uno de sus adornos mas vulgares, mientras que la melancolía sin embargo era su mas fiel compañera.
Creo que el gran problema de la felicidad, es la incapacidad para disfrutarla mientras sucede, pero sin embargo, somos mas que capaces de reconocerla cuando ya se ha ido. De ahí que ( desde mi joven y humilde punto de vista) parezca que cualquier tiempo pasado fué mejor.
Un placer haberle conocido y gracias por esa definición tan sutíl acerca de la felicidad.
A ver, con tranquilidad en el foro, pienso que la felicidad es todo aquello grato y bueno que vamos vivenciando a lo largo de nuestra vida, pero partiendo de percepciones subjetivas. Un acontecimiento acaecido para mí ha podido ser algo maravilloso, lo mejor, y ,sin embargo, para otra persona resultar una experiencia dolorosa.
La felicidad la creamos cada uno de nosotros. Más abrazos, eso es lo que nos hace falta para ser felices, pienso yo.
Solo el amor restaura los acontecimientos negativos acaecidos.
Cuando escribimos desde dentro, desde aquí mismo, acomodamos las piezas del puzle de la vida y siempre encontramos los momentos felices.
Bueno, bueno…que lo de los abrazos está bien pero solo si son de verdad,es decir, esos que son enormes. Respecto a lo del amor pues yo no estoy muy de acuerdo que quiere que le diga,porque a veces jode que no vea. Voy más con el editor con lo del calambre, el silencio, el tiempo suspendido, la sedución para por si acaso…
Pues yo no participo en absoluto de la última opinión, no es seducción, con dos cés, lo que plantea el editor, sino desgarro de sentimientos. Que lleva tras de sí, según entiendo yo, eso, mucho mucho cariño hacia quienes echa de menos y también la melancolía de la que los demás somos partícipes.
Cuando digo disfrutar, quiero decir retener.
Claro que se siente, pero es tal su efemeridad, que parece que cuando te quieres agarrar a ella, ya se ha ido… Ahí es donde entra ese precioso sentimiento llamado melancolía, que te hace sacar una media sonrisa y reblandecerte el corazón, mientras miras de reojo al pasado.
Segundo intento. Mis capacidades informáticas son muy limitadas.
Gracias a quién me ha llamdo por mi nombre. Gracias Gonzalo , creo. La importancia del re-conocimiento no sería un mal tema de tertulia, te lo aseguro. Espero que la vida me regale un nuevo encuentro. Un fuerte abrazo.
Todavía algo sobre la nostalgia.
La nostalgia vive en un tiempo presente. Nos trae noticias de un lugar en el que estuvimos y hemos sido desterrados. Un territorio de unidad, donde el rostro es suficiente garantia para el encuentro. Algunas músicas, algún lienzo, un árbol, el sonido de un pájaro o la presencia de un otro especial y único nos trae el sabor de lo perdido. De esa persona es de la que estamos enamorados. Fuera del amor todo es baldío y triste. Desajustado.