Stoner es una novela estupenda que acabo de leer. Es el mejor libro que he leído este año y seguramente en mucho tiempo. Un texto limpio, lineal, sin pretensiones que cuenta la ofensas de la vida de un profesor universitario. El lento caer de los agravios en la espalda de un hombre digno que se mantiene sin hacer ruido. Esa figura de los justos judios, hombres que cargan con las penalidades dejando la vía libre a los otros. Resulta conmovedor, de una fureza especial y auténtica este Stoner que enseguida se incorpora como uno de la familia. Hay en Stoner verdad. El gran condimento de la existencia.
Stoner tiene también una historia como propio libro. Publicada en 1970 llega hasta nosotros ahora, en un esfuerzo de boca a boca ( a mi me lo recomendó mi gran proveedora Amparo Colvee ) que se asemeja a otros relatos de especial dificultad ( «El último encuentro» de Sandor Marai, «Soldados de Salamina» de Javier Cercas o «Vida y Destino» de Vasili Grosman, se me ocurrena bote pronto ) que sin saber ni como ni porqué revientan las listas de más vendidos hablándonos de una cantidad importante de gente silenciosa , sensible y presente que es imposible que trague con las ruedas de molino que nos ofrecen cada día. Esta gente va a levantarse algún día. Parece imposible que no suceda de esa manera. ¿ Se imaginan una revolución de lectores inteligentes ?. Pues en esas estamos. Es una intuición, desde luego.