La gente que sueña con frecuencia confunde a los visitantes con las presencias. En general los visitantes aparecen en los sueños y luego se desvanecen. Las presencias tienen una vocación de permanencia. Pueden, incluso , ser convocadas.
La otra noche a punto estuve de confundir ( mi torpeza general es grande ) un visitante con una presencia inequívoca que no me había llegado nunca pero vino a mi como el perro que nos elige por los delicados caminos de la certeza. Era una vieja amiga de juventud , Pinacho , cuya relación se basaba en el mutuo acompañamiento hasta casa tras las jornadas cargadas de emociones de los primeros guateques. Ella salía del suyo y yo de los míos y volvíamos hablando de otras cosas quitando yerro, celebrando la normalidad, la vecindad , la edad y el sexo. Yo le decía : que guapas vas Pinacho y ella, tan contenta, sonreía un poco.
Su presencia la otra noche , en medio de una madrugada de desasosiego, ha sido un regalo inesperado.
Hay que andarse con cuidado en el trato con las presencias. Si somos malos con las personas, pongánse en los peor en cuanto a presencias se refiere. Hay quién niega, quién pasa miedo, quién evita a toda costa situaciones y hasta los que invocan la realidad para salir del apuro. No hay nada que hacer, las presencias , con su carga de gratuidad, con su destilado tan particular, siempre nos ponen en el brete de sacarnos la parte mas burda o simplemente la cursi. Las presencias son como los perfumes caros: depende quién los lleve.
No se si conocen un poema de Emily Dickinson que habla de esto:
Sola no puedo estar,/ pues nos visitan huéspedes,/compañías no vistas / que a toda llave escapan/
No tiene nombres, túnicas,/ calendarios ni climas,/ si un impreciso hogar,/ como los duendes./
Su llegada se sabe/ por correos internos; / más no así su partida,/ porque ellos no se van nunca /
Acerca de las presencias:
"Tengo un amigo que visito en las soledades, presente, aunque escape a las miradas.
Me veras prestarle el oido
para percibir su lenguaje
sin rumor de palabras.
Sus palabras no tienen vocales ni elocución, ni nada de melodía de sonidos.
Es como si me hubiera hecho
interlocutor de mi mismo, comunicando con mi inspiración, con mi esencia, en mi esencia,
presente, ausente, cercano, alejado,inaferrable a descripción por cualidades.
Está más próximo que la conciencia a la imaginación.
Es más intimo que la centella de la inspiración.
( Halláj,ss. IX-X). Texto sufí
Espero que le guste editor.
Un saludo